Buscar este blog

domingo, 23 de mayo de 2010

jueves, 20 de mayo de 2010

Flechados por el tiro con arco y el amor

Una hora de vuelo de Liubliana, capital de Eslovenia, a Paris. 11 horas de Paris a Bogotá y una de ésta última a Medellín, más tres que debió esperar en las tres escalas que realiza el vuelo, suman un total de 17 horas, tiempo que le tocó esperar a la eslovena Maja Marcen para después de varios meses ver de nuevo a su novio Ángel Barrios.

Los dos tienen algo en común. Su gusto por el tiro con arco los flechó desde pequeños. Actualmente ella es una destacada deportista de su país y él es técnico de la selección Colombia de arco compuesto, pero los dos, ni juntando sus conocimientos pudieron evitar que quien más sabe de arcos y flechas, Cupido, pudiera impactar una de sus flechas en ambos corazones.

Esta eslovena, proveniente de una ciudad del centro de Europa, influenciada por la cultura italiana, croata, húngara y austriaca, tiene 27 años de edad. Practica el tiro con arco desde hace 17 años y sus inicios se originan en la tradición de su familia por este deporte que ha heredado de generación en generación, comenzando por su abuelo, pasando por su padre, continuando con su hermano y llegando a ella.

Hasta en los orígenes por practicar este deporte de perfeccionistas se parecen Maja y Ángel, quien decidió ir en contravía del proceso de desarrollo de las armas y comenzó disparando armas de fuego en tiro deportivo, pero luego quiso practicar una modalidad diferente, encontrando desde hace 14 años en el arco y las flechas su pasión por disparar y enseñar.




Aunque sus únicas influencias no fueron sus deseos, al igual que la familia con Maja, pareciese que con Ángel de cierta forma también lo fue, según él hace unos años encontró una foto de su mamá en la alta Guajira disparando un arco para cazar conejos y venados.

Maja Marcen ocupa gran parte de su tiempo en Eslovenia donde ejerce su profesión como odontóloga y a pesar de que desde hace 16 años forma parte de la selección de su país es muy poco el tiempo que tiene para entrenar. A eso se le suman los 45 ó 60 minutos que tiene que gastar en el desplazamiento hacia el campo de tiro y lo mismo para regresar a su casa. Es por eso que sus jornadas de entrenamiento normalmente constan de dos horas sólo dos días a la semana.

Mientras en Eslovenia, ubicado en el centro de Europa, al oeste de Italia, Maja se pasa la mayoría de tiempo dentro de un consultorio; Ángel Barrios se la pasa en la Liga de Tiro con Arco de Antioquia donde tiene que soportar el inclemente sol, reflejo del clima primaveral de Medellín, o los desesperantes mosquitos que aparecen como resultado de las lluvias y que no salen precisamente a ver los disparos de Natalia Sánchez, Sigrid Romero o Natalia Londoño, quienes no pierden la concentración a pesar del acecho de estos.




A ambos el tiro con arco le ha dado la posibilidad de viajar y conocer muchos lugares del mundo, ella como arquera de Eslovenia y él como técnico de la selección Colombia. Pero quién se iba a imaginar que en medio de un deporte donde poco se habla y no hay casi ningún contacto con los otros competidores, como resultado de la extrema concentración que se requiere para ejecutar bien el disparo, se iban a conocer estas dos personas.

La primera vez que se vieron fue en 2007 en Leipzig (Alemania), en el Mundial de Tiro con Arco donde Colombia por primera vez se clasificaba para los Juegos Olímpicos. Después de eso se siguieron viendo en Antalya (Turquía) y en Bóer (Francia) durante torneos internacionales. Pero fue en el reciente Mundial de Ulsan (Corea), cuando históricamente Natalia Sánchez logró medalla de bronce, donde comenzaron a salir.

El idioma al principio de la relación, aparte de la distancia, fueron sus únicas dificultades. Aunque Maja es políglota y habla seis idiomas (esloveno, alemán, italiano e inglés que los aprendió en la escuela y francés que se lo enseñó un ex novio) ahora según ella y por amor habla un poco de español.



El dicho popular que dice que amor de lejos felices los cuatro, no cabe en esta relación. El teléfono, el e-mail y Skype han recortado esa distancia geográfica que los separa y no han dejado que la flecha del amor salga.

El fuerte invierno que golpeó a Europa a finales del 2009 y principios de este año ayudaron a que Maja, luego de haber recorrido gran parte del antiguo continente y viajado a Estados Unidos, Tailandia, Corea y Filipinas, tomara la decisión de sacar su periodo de vacaciones y empacara en su maleta un montón de expectativas, sueños y, obviamente, su arco para venir a ver a su novio y entrenar al lado de él.

La violencia y la imagen que tiene el mundo de Medellín y de Colombia no fue algo que me pusiera a pensar mucho para venir, lo único que quería era venir y conocerlo personalmente. Aunque mi familia sí se sorprendió mucho, pero ahora están felices porque yo lo estoy”, comenta Maja.

Durante tres semanas permaneció esta eslovena en Medellín. Sin falta estuvo en la Liga de tiro con Arco de Antioquia con el uniforme de la selección de Eslovenia entrenando a diario, mañana y tarde, al lado de Natalia Londoño e Isabel Serna, con quienes, según ella, se entendió muy bien, y de su novio ángel Barrios, que sólo se le acercaba mientras entrenaba para corregirla y una que otra vez darle un abrazo y un beso, que dura menos de lo que tarda una de sus flechas en llegar al blanco.

Maja, quien desde los doce años está compitiendo internacionalmente, es después de su compañero en equipos mixtos, Marjan Podrzal, la número dos de su país en tiro con arco, y entre sus triunfos más importantes está haber ganado medalla de oro dos veces como campeona juvenil en Europa y ubicarse segunda en el Campeonato Mundial juvenil. Esta eslovena expresa estar feliz en Medellín.

Quizá los años, las salidas a otros continentes y la apertura mental de la cultura europea son los factores que le han permitido comprender que simplemente somos diferentes y que América Latina es otro cuento. “Las casas, los carros, la infraestructura me parecía pobre, la ciudad un poco sucia, pero ahora entiendo que son dos contenientes muy distintos, es tratar de comprender al otro”, explica Maja.

A casi todo se ha logrado acostumbrar Maja Marcen en esta nueva cultura para ella, a las costumbres, la forma de vida, a la cercanía de las personas, pero con lo que no pudo fue con la comida. “Acá se come mucha carne, mientras que en Eslovenia comemos más pastas, lasaña y otra comida italiana”, expresa ella, mientras interviene su novio y aclara que cuando le pone un aguardiente en la mesa ahí sí come carne, sobre todo si es chicarrón.

Esta eslovena que se declara fascinada con la forma de ser de la gente paisa a la que describe como conversadora y alegre regresa de nuevo a su país. Ángel viajará y conocerá a sus suegros después de los IX Juegos Suramericanos, se quedará un tiempo y regresará a Medellín a esperar a Maja, quien se vendrá a vivir a Medellín al lado de sus dos amores, su novio y el tiro con arco, deporte con el que quiere representar a Antioquia en los próximos Juegos Nacionales, para lo que tendrá que dejar de disparar por un año para su país.



Manuel Alejandro Gallego Arango

miércoles, 19 de mayo de 2010

Las flechas del tiro con arco quieren llegar a todos los municipios de Antioquia

Se podría decir que le arco y la flecha son tan antiguos como la historia de la humanidad, a quien ha acompañado desde sus inicios, sirviéndole como instrumento para la caza y como arma de guerra para defender y conquistar territorios, convirtiéndose así en una de las herramientas más importantes para la supervivencia del hombre.

Con el paso de los años la sociedad cambia, el hombre evoluciona y con él sus utensilios, dándoles pasó a nuevos inventos que desarrollan y modifican los hábitos de vida de una población. Es así como en el siglo XVI surgieron las armas de fuego y el uso del arco quedó relegado.

Pero esta herramienta que tanto le había dado al hombre no se podía olvidar, ni guardar y mucho menos considerar como parte del pasado. Qué habrían pensado personajes que se hicieron famosos por su uso como Robín Hood y Hércules, y aquellos imperios del Medioevo que surgieron, se fortalecieron o cayeron como consecuencia del arco. Ni qué decir del mejor arquero, Cupido, en la mitología romana, y Eros, en la griega, al ver que sus fieles compañeros, el arco y la flecha, eran olvidados.

Afortunadamente para estos personajes, unos mitológicos y otros reales, así como para muchas personas, la tradición de emplear el arco y la flecha aún continúa, aunque su uso ha cambiado y ahora son empleados como herramientas para la diversión y la práctica de un deporte, que desde 1900 es considerado Olímpico.

Sin embargo en Colombia su práctica hasta hace unos años era casi nula. Como muchos otros deportes pertenecía a las élites, debido al costo que éste implicaba. Sólo quienes tenían suficiente dinero para realizar viajes transatlánticos y visitar los países donde ya se practicaba el tiro con arco podían acceder a comprar los arcos, las flechas y el resto de indumentaria que se emplea para practicarlo.




Con la globalización y la llegada de la Internet las puertas se abrieron para más personas. Ya no se tiene que viajar para conseguir algún objeto, ni para conocer a alguien, así como tampoco hay que desplazarse para realizar un negocio.

La presencialidad quedó en el olvido, y la interactividad, conectividad y virtualidad la remplazaron. Ahora desde cualquier computador conectado a la Red se puede ver una foto, hacer un click y consignar cierta cantidad de dinero para comprar casi cualquier cosa, sin importar el lugar donde se encuentre.

Gracias al desarrollo de las telecomunicaciones hoy muchos aficionados al tiro con arco y los mismos arqueros profesionales pueden comprar arcos, flechas y toda su indumentaria con la más alta tecnología y calidad.

Sin embargo sigue siendo un deporte para estratos altos, es decir, para muy pocos, por lo menos en Colombia. Ante esta situación y luego de la creación de la Liga de Tiro con Arco de Antioquia, dirigentes, técnicos y deportistas decidieron trabajar unidos en un proyecto de masificación y descentralización de este ancestral deporte.

Gracias a Indeportes Antioquia y al apoyo económico como ente regulador del deporte en el Departamento, pero en especial al desempeño de los deportistas, el tiro con arco está creciendo en triunfos, alegrías y reconocimientos en el ámbito nacional e internacional, convirtiéndose en esperanza de medallería para los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012.




Pensando en el futuro, en la renovación de deportistas que cumplen su ciclo dentro de unos años, en las nuevas generaciones y en la proyección que hoy tiene el tiro con arco antioqueño, la Liga, en cabeza de su presidente Luis Hernando Pulido, y con el trabajo de Julián García y Adolfo Peláez, técnicos de las categorías menores en Antioquia, trabaja con los deportistas de alto rendimiento y técnicos de la selección Colombia, desde hace cinco años en un proyecto de masificación y descentralización del tiro con arco.

La idea surgió de un presidente soñador que contactó a Adolfo para hacerle la propuesta de presentar el proyecto, pero él fue el primero en dudar. Este profesional en deportes, del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, trabajaba en las categorías inferiores del equipo de fútbol Arco Zaragoza y sólo pensaba en goles, nunca imaginaría que su destino estaría ligado a un arco, pero no precisamente al nombre de la institución para la que trabajaba, mucho menos para referirse a los tres palos donde se resguarda el portero, sino a la mítica arma con la que cayeron y surgieron imperios.

“Cierto día el presidente de la Liga de Tiro con Arco de Antioquia viendo mi trabajo con los niños me hizo la invitación para trabajar y conocer de este deporte, pero la idea no me sonó. Estaba enceguecido por el fútbol, allí habían estado siempre mis objetivos”.

Después de pensarlo unos meses, tras pasar varias mañanas y tardes por el campo de tiro con arco donde Adolfo veía y conocía un poco de este deporte, aceptó la propuesta de seguir trabajando el desarrollo deportivo y personal con los niños.




La observación, la lectura, la charla con deportistas y entrenadores, así como las capacitaciones fueron los primero pasos para iniciar el proyecto. Detrás de esto siguieron las exhibiciones del deporte en varios colegios de Medellín, en los municipios, en los zonales departamentales; así como la generación constante de noticias por los buenos resultados de los arqueros de alto rendimiento y su aparición en los medios de comunicación.

Esos fueron los primero pasos que dio la Liga en busca de ese sueño llamado masificación y que sólo podía ejecutarse si Antioquia obtenía con este deporte un importante número de medallas en los Juegos Nacionales, para lograr despertar el interés de Indeportes y de las administraciones de los municipios.

Así ocurrió y después de crear la expectativa se comenzaron a hacer los acercamientos con los primeros municipios que aceptaron integrar el proyecto, aquellos que se interesaron en enviar a Medellín a licenciados en educación física, monitores o personal de deportes. Vinieron a recibir capacitación de ocho días en sesiones de ocho de la mañana a seis de la tarde, en las que se les enseñaba la teoría básica y los conocimientos para la práctica del tiro.

Después de cumplir con estas capacitaciones y gracias al apoyo de Indeportes Antioquia, la Liga les entregó cuatro arcos recurvo a cada municipio con los que se inició el proceso de formación de un arquero.

Las edades de los niños van entre los 9 y 16 años de edad, cuando comienzan una etapa de enseñanza y mejoramiento de las condiciones físicas, para luego, según sus gustos, aptitudes y rendimiento, encaminarlos en un trabajo de perfeccionamiento que apunte al alto rendimiento.

Hasta el momento, Medellín, Envigado, Sabaneta, Barbosa, Itagüí, Carmen de Viboral, Rionegro, San Luis, Ciudad Bolívar, Urrao y Liborina son los municipios que hacen parte del proceso, con el que se busca incluir a la población en un deporte que antes era de unos pocos, pero que ahora es de muchos.




Precisamente, buscando que el número de personas que practiquen el tiro con arco crezca y como parte del proceso de acompañamiento, a Julián y Adolfo les ha tocado recorrer miles de kilómetros por las carreteras antioqueñas, para visitar aproximadamente cada 15 días los diferentes municipios.

Los viajes han dado para todo. Con risa y emoción, Adolfo Peláez recuerda una de esas anécdotas que vivió en medio de uno de ellos. Ocurrió yendo para el municipio de San Luis, uno de los que presenta mayores dificultades de orden público, donde la Policía Nacional detuvo el bus para hacer una requisa.

“Llevaba un arco, me hicieron “corrillo”, yo saque el carné de la Liga de Tiro con Arco, incluso iba uniformado, tenía cierto miedo que me lo fueran a quitar. Pero a los agentes de Policía se les olvidó la razón por la que habían hecho detener el bus y muy interesados me comenzaron a preguntar qué era eso, para qué y cómo funcionaba. La gente del mismo bus se unió a ver qué pasaba.

Terminé como dando una capacitación de las que les ofrecemos a los profesores que trabajan en el proceso, me sentí como en una feria de las ciencias, pero fue muy bacano porque era más gente que conocía del tiro con arco”, recuerda Adolfo entre risas.

Actualmente el proyecto que inició como un simple sueño, pero que hoy es una realidad, cuenta con más de 60 niños de las Escuelas Populares del Deporte, programa del Instituto para el Deporte y la Recreación (INDER), y unos 600 niños de los 12 municipios que hasta hoy hacen parte del proceso.

El número parece que creciera y a diferencia del principio, cuando la Liga buscaba a los municipios, ahora son ellos quienes la buscan. Los próximos serán Santa Rosa, uno de la zona del Magdalena Medio, otro del Bajo Cauca y Apartadó, rival directo de Antioquia en los Departamentales, que ve en el tiro con arco una oportunidad de ganar un importante número de medallas.

Pero fortalecer a sus rivales no es algo que preocupe a la Liga de Tiro con Arco de Antioquia, cuando lo que se busca es aumentar la competencia y el nivel, porque de ahí saldrán los remplazos de los actuales arqueros. Como parte de ese trabajo el técnico Choi, de la selección Colombia, está constantemente viajando y haciendo un seguimiento al comportamiento y trabajo de los deportistas.




Por ejemplo, en los pasados Juegos Nacionales seleccionó 22 niños por sus buenos resultados, otros que tienen espíritu competitivo y unos que se destacan por la buena técnica, pero que por algún factor externo no logran muy buenos resultados, que entrarán a formar parte de la selección Antioquia en la categoría infantil, cadete y juvenil.

“La idea es que un niño que tenga proyección lo vamos a apoyar, siempre y cuando venga responsablemente a entrenar y esté estudiando en su municipio. Esto con el fin de sacar por año al lo menos un menor con proyección internacional”, afirma Adolfo.
Desde ya la Liga tiene pensado comenzar a trabajar con adultos y personas con problemas psicomotrices, teniendo en cuenta las particulares exigencias físicas que exige este deporte. Así se continúa con un proceso que busca la masificación e inclusión en la práctica de un deporte, en el que primero se forman personas y luego campeones.

Manuel Alejandro Gallego Arango

La ponchera se está llenando, pero de medallas

Después de haber trabajado en Indeportes Antioquia y tras varios años de lucha en pro del desarrollo del deporte en el Departamento, a Luis Hernando Pulido le ofrecieron la presidencia de la Liga de Tiro con Arco.

Si acaso, conocía de él que tenía las mismas dificultades que otros deportes, el aspecto económico, pero de flechas, arcos, dianas y blancos poco sabía. Sin embargo, el deporte es el mismo en su esencia. Se trata de esfuerzo, sacrificio, lucha, tristeza, alegría y sueños, esos con los que llegaba un dirigente que refleja el amor por la gestión, la gerencia y el trabajo en equipo.

Así, en medio de dificultades, pero también de deseos, y de técnicos y deportistas con ganas de sacar adelante este deporte, llega este dirigente deportivo a la Liga de Tiro con Arco de Antioquia.

Seis años de trabajo y un equipo integrado por dirigentes, entrenadores y deportistas han sido suficientes para hoy tener figurando a la Liga de Tiro de Antioquia como una de las más importantes en Colombia y como la “cuna” de los mejores arqueros del país, quienes con el apoyo del Gobierno Nacional, departamental y municipal están entregando constantemente triunfos que posicionan este deporte como una potencia.




La palabrería no está en el léxico de esta Liga que con números de medallas en Juegos Departamentales, Nacionales, Bolivariano, Suramericanos y Campeonatos Mundiales demuestra el progreso que en los últimos años está teniendo el tiro con arco y que lo tiene como esperanza de medallas para Colombia en los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Es por eso que desde ya, pensando en que la renovación de arqueros sea igual de exitosa e incluso mejor que la actual y que cada vez más personas se interesen por practicar este deporte, la Liga de Tiro con Arco de Antioquia está trabajando de la mano de Indeportes Antioquia, el Instituto para el Deporte y la Recreación (INDER) de Medellín con su programa de Escuelas Populares del Deporte y las administraciones de varios municipios del Departamento con lo que se busca masificar y descentralizar el deporte.

Los resultados deportivos y el trabajo de un equipo que tira para el mismo lado, el desarrollo y progreso del tiro con arco; son los elementos que convierten esta Liga en un ejemplo de cómo en cabeza de su presidente, Luis Hernando Pulido, hacer gestión en el deporte y a través de triunfos ganar cada vez más apoyo.

¿Qué dificultades encontró cuando llegó a la Liga?

Luis Hernando: las que se encuentran en todos los deportes, la parte financiera. El deporte hoy es una actividad que requiere de saber poner una ponchera, en una totuma, para aparar la poquita plata que puede caer del sector público y privado. Hacer deporte en Colombia es muy difícil. Uno no entiende como una actividad de estas que puede representar tanto para la imagen de un país no cuenta con empresas y entidades que aporten recursos y patrocinen.

¿Qué se está haciendo en la Liga para dar a conocer el deporte y sacarlo de esas dificultades?

Luis Hernando:
la masificación es lo más importante. Se planteó desde el inicio un proyecto de masificación porque era un deporte poco conocido y que tampoco representaba mucha expectativa para Antioquia. Lo primero fue ponernos en la tarea de hacerlo crecer tratando de difundirlo por todos los medios de comunicación, a través de las noticias. Lo segundo fue enmarcarlo en un proceso de cuatro años hacia los Juegos Nacionales del 2009 en Cali, donde sabíamos que si lográbamos darle un número importante de medallas a Antioquia podríamos pensar en que Indeportes nos daría una ayuda económica importante para lograr un crecimiento.


¿Lograron la meta fijada?

Luis Hernando:
afortunadamente los triunfos vinieron antes de esos Juegos Nacionales. En los últimos años no hemos perdido ningún campeonato en ninguna de las categorías y pasamos de 2.000 medallas de oro obtenidas en los últimos cinco años.

El año pasado de 222 medallas que se disputaron, Antioquia logró 198, una hegemonía bastante interesante. Al ganar los Juegos Nacionales logramos comprometer más a Indeportes Antioquia frente al proceso de descentralización de la arquería. El año pasado cumplimos el primer sueño que era estar en los Juegos Departamentales, nos falta que esos muchachos que están allí lleguen a la selección Colombia y se comiencen a proyectar.

¿De dónde surge la idea de trabajar con los niños y jóvenes de los municipios del Departamento?

Luis Hernando: yo tengo la idea desde hace muchos años que los grandes deportistas del Departamento están en los municipios, por fuera del Área Metropolitana. Siempre he creído que el deportista con hambre trabaja mucho mejor. Nuestros deportistas saben que para tener acceso a la salud, la educación y a una calidad de vida distinta a la que tienen en la mayoría de nuestros municipio deben ser alguien en el deporte, por esto ellos se entregan. Como se dice popularmente, con altura, vida y sombrero a la práctica del deporte.

¿Cuándo inicia el proyecto y cómo es el proceso?

Luis Hernando: desde hace tres años nos dimos a la tarea de estar en todas las Subregiones de Antioquia donde se hicieran Juegos Escolares, para así abrir camino con miras a los Departamentales por medio de demostraciones y exhibiciones del tiro con arco.

Ha sido un trabajo arduo, de movernos por todo el departamento de Antioquia y hacer exhibiciones permanentes con nuestros técnicos que viajan con cierta periodicidad para capacitar al personal que enseña en aquellos lugares.

¿Cuál puede ser la ventaja para que un niño elija el tiro con arco frente a otros deportes?

Luis Hernando: nosotros creemos que el tiro con arco es un deporte que se presta para hacer en las clases de educación física. No todos los niños tienen capacidades para jugar fútbol, baloncesto, voleibol y otros deportes por las condiciones morfológicas que estos exigen.

Este es un deporte que se presta para ser practicado por cualquier individuo. Viendo esa ventaja nos metimos a la aventura de lograr que se nos tuviera también en cuenta en el sector educativo, por eso la gran mayoría de los profesores nuestros en los municipios son docentes de educación física.




¿Qué es lo más difícil en ese proceso de masificación?

Luis Hernando: básicamente es la implementación y la actitud de algunos deportistas. Con respecto a la primera, nosotros no le podemos dar una implementación acorde a lo que son las condiciones de competencia a nuestro personal. Frente a la segunda, de por sí somos muy folklóricos, nos gusta mucho la charla, tomar las cosas con algo de irresponsabilidad. Tenemos que prepararnos con referencia a los deportistas internacionales quienes son muy fuertes en la parte mental y es por su misma educación.

Al deportista de tiro con arco le cuesta mucho concentrarse. Cualquier momento de desconcentración hace que la flecha caiga en cualquier parte menos donde era el objetivo.

¿Qué caracteriza al arquero de hoy en Antioquia?

Luis Hernando: la mayor fortaleza del arquero hoy es la disciplina. Tener actualmente niños desde los 10 hasta los 18 años viniendo todos los días a disparar flecha cuatro horas no es fácil. Eso hace que todos los días crezcan, primero como personas y luego como deportistas.




¿Por qué es importante tener entrenadores coreanos?

Luis Hernando: cuando en un país como Corea el deporte nacional es el tiro con arco y lo practican millones de personas, eso de por sí lo hace un referente importantísimo. En Antioquia no nos dimos a la tarea de traer un entrenador que llevara a los deportistas a unos Juegos Olímpicos, sino que trajimos un entrenador que fuera experto en trabajar jóvenes.

¿Cuál es el recorrido en este deporte del actual entrenador de la selección Colombia de arco recurvo, Choi?

Luis Hernando: Choi, el entrenador actual, manejaba las selecciones nacionales colegiales de Corea. Hablar de una selección nacional en ese país es hablar de jóvenes que disparan por encima de un promedio de 1.340 – 1.350 puntos que no lo hace nadie en Colombia. Los deportistas de colegio en Corea disparan mucho más que los de cualquier país.

Eso nos permitía que los atletas mayores permanecieran o aumentaran en su nivel, pero que en la categoría juvenil e infantil se cerrara esa brecha que hoy existe entre esas categorías en puntos. Choi tiene unas condiciones técnicas que nos permiten llegar a lo que queremos en Antioquia, retener el título de los Juegos Nacionales y promover deportistas en el ámbito internacional.




¿A propósito de la proyección internacional, qué tan importante es la medalla de bronce de Natalia Sánchez en el Mundial de Ulsan, Corea para el tiro con arco en Antioquia y Colombia?

Luis Hernando: es muy importante porque significa que se están haciendo bien las cosas, que los técnicos saben del cuento y que los deportistas tienen las condiciones. Creo que es tan importante el bronce de Natalia como el 25 de Daniel Muñoz en el arco compuesto, porque es una modalidad donde la competencia es muy dura. Yo diría ambas son iguales, dan un status y ratifican que el deporte está creciendo y que tenemos muchas probabilidades de no sólo ir a los Juegos Olímpicos sino de lograr medallas.

¿Cómo ve el panorama para Colombia en el tiro con arco?

Luis Hernando: Colombia en la modalidad de equipos es de los más fuertes en el mundo. El equipo de recurvo, por ejemplo es el mejor de América y contamos con deportistas que están bien posicionados en el ranking que entrega la FITA (Federación Internacional de Tiro con Arco). Es un equipo que lo respetan, cuando uno sale con una delegación de Colombia lo miran con respeto porque saben que hay fuertes rivales.

¿Con motivo de los IX Juegos Suramericanos se construyó un moderno estadio de tiro con arco, cómo va a impactar esto a la práctica del deporte?

Luis Hernando: la construcción del escenario nuevo, que es uno de los más hermosos de América, creo que va a ser muy importante con miras a la masificación de este deporte. Pasamos de tener 12 blancos donde entrenaba la selección Colombia, la selección Antioquia, la escuela de la Liga y las Escuelas Populares del Deporte del Inder a tener 36 blancos, la diferencia va a ser mucha.

Siendo así es tarea nuestra comenzar a buscar en todo el Departamento deportistas para comenzar a formarlos. Vamos a tener un espacio mayor y unas condiciones totalmente distintas a las que hemos tenido, yo creo que con un escenario propio no hay disculpa para practicar el tiro con arco, nos toca movernos más para llenarla.




Manuel Alejandro Gallego Arango

martes, 18 de mayo de 2010

Natalia Sánchez, máxima expresión de concentración y fuerza mental.

Todos los días, de martes a domingo, Natalia Sánchez Echeverri, la mejor arquera de Colombia, llega a la Liga de Tiro con Arco de Antioquia, ubicada en la Unidad Deportiva de Belén, desde las ocho de la mañana para comenzar con su jornada de entrenamiento que se extiende hasta las doce del medio día momento en que hace una pausa.

Abandona el arco, las flechas, el guardabrazo, el blanco, su termo de agua, la infaltable gafa Oakley que le cubre sus ojos y la visera que la protege un poco del inclemente sol, que como una flecha clava sus rayos sin dar aviso alguno, sobre la piel blanca de Natalia, que a duras penas puede proteger la camiseta y pantaloneta del uniforme de la Selección Antioquia, que lleva puesto, y el bloqueador solar que no le falta.

Natalia es una mujer del deporte, vive rodeada de él y para él. Desde el 2006 año en que se graduó como psicóloga de la Universidad Ces, ingresó a Indeportes Antioquia para realizar su práctica profesional y tras su buen desempeño logró quedarse allí, aplicando sus conocimientos como psicóloga y deportista para ayudar y acompañar a sus colegas de ciclismo y natación, esos que muchas veces viven situaciones semejantes a ella, tristezas, derrotas, alegrías, triunfos, lesiones, problemas personales y demás emociones. Qué mejor persona para colaborarles y entenderlos que Natalia, su compañera.

Así se la pasa a diario Natalia, entre el campo de tiro con arco y el consultorio. Aunque cuando debe prepararse para una competencia importante su rutina cambia, y el esfuerzo, así como sus horas de entrenamiento, aumentan. Entrena ocho horas diarias que se dividen en dos jornadas, la primera en la mañana que va de ocho a doce de la tarde; y la segunda en la tarde, comenzando a la dos y finalizando a las seis. Esto lo logra gracias al apoyo de la Institución para la que trabaja, aparte de brindarle la ayuda económica como ente regulador del deporte en Antioquia, lo hace con los permisos y la flexibilidad en el horario.



Pero como las demás personas, Natalia no sólo entrena y trabaja, también saca tiempo para descansar y entretenerse. Encuentra en la lectura una puerta para salir de la vida rutinaria. Las novelas, los cuentos, las historias de ficción y demás textos literarios que nada tengan que ver con política e historia le gustan, entre ellos Harry Potter, uno de sus preferidos. Otro de sus pasatiempos está en el cine, donde según ella, va a ver desde lo más profundo y con un alto nivel de psicología hasta la comedia, el drama y la acción.

La vida de Natalia y su ritmo de vida quizá avanza tan rápido como lo hace una de sus flechas mientras se dirige al blanco, pero para todo tiempo y la música no es la excepción. Le gusta escuchar rock suave, pop, bachata y algo de reggaetón. También le agrada bailar e ir de rumba, aunque pocas veces puede elegir este pasatiempo porque como dice ella “la vida es de prioridades” y en la de Natalia: la familia, el deporte y el trabajo están por encima de todo.

Así es el estilo de vida de Natalia Sánchez Echeverri, la deportista de tiro con arco más destacada actualmente en Colombia, la hija de doña María Cristina y don Eduardo (fallecido hace 12 años) y la hermana mayor de Lía.

Natalia, quien nació el 20 de mayo de 1983 en Medellín, no recuerda mucho de su guardería. Después de pensar por unos segundos y con un poco de dificultad para recordar, algo se le viene a la cabeza y dice que cree que fue en el Bertrand Rusell.

Pero lo que sí tiene muy presente es su paso por el colegio Marymount, fue allí donde tomó la decisión de comenzar en serio a practicar el deporte. Del colegio recuerda que era perezosa para hacer las tareas. “No me mataba estudiando, pero ponía mucha atención y eso me servía para mantenerme en el promedio de la estudiante normal”.

Sus inicios en el tiro con arco se dieron entre el juego, la charla y el deseo de un padre por infundirle a su hija el amor por ese deporte. Fue don Eduardo Sánchez el primero en motivarla para que cambiara las muñecas y el maquillaje por un arco y las flechas, seguramente gracias a él Natalia es quien es hoy en el tiro con arco en Colombia y en el mundo. Lo recuerda con nostalgia y tristeza mientras cuenta que considera a su papá como el primer entrenador. “Me prestaba un arco y yo dispara tres o cuatro flechas, luego me ponía a jugar, mientras él disparaba”.

Los años pasaron, la niña pasó a ser una joven con poder de decisión a la que cada vez le gustó más dispar una flecha y escuchar el sonido de ella mientras se aleja rompiendo el viento para llegar a clavarse en el blanco. Natalia al lado de su padre, entrenaba y competía, era él quien la conocía mejor, sabía cuáles eran sus virtudes, pero sobre todo sus defectos y cómo los podía mejorar. Privilegiada porque qué padre de familia no quiere que su hijo sea el mejor.

Lo que inició como un juego ahora es como ella misma describe “mucho más serio, es parte de mi trabajo, mi responsabilidad, aunque no por ese hecho dejo de disfrutarlo. El tiro con arco es mi pasión, lo que me hace vibrar, lo que me impulsa a ser cada día mejor persona”.

Basta con ir a un entrenamiento o una competencia para ver reflejada su forma de pensar y actuar para conseguir lo que se propone. Su concentración, seriedad y una actitud de control y perfección sobre ella misma, son las armas con las que Natalia lucha para evitar que cualquier factor externo la desconcentre.

Los gritos de los niños y jóvenes mientras juegan a los alrededores, ni el quipo de sonido que suena a un lado y que ambienta la clase de aeróbicos y mucho menos el más ensordecedor sonido de las turbinas de los aviones que a diario despegan y aterrizan en el Aeropuerto Olaya Herrera de la ciudad de Medellín, contiguo al campo de tiro Andrés Escobar, logran que Natalia pierda de vista el 10 que se obtiene sólo cuando se clava la flecha en toda la mitad del blanco.

La concentración es absoluta. Como Natalia misma describe es un deporte más mental que físico y esto lo tiene muy claro ella, quien se apoya en conceptos de su carrera profesional y aplica algunos ejercicios con el fin de asilarse del contexto.



El perfeccionismo y ella misma son su único punto de referencia. Pocos diálogos con sus compañeros tiradores, una que otra conversación con su entrenador coreano Choi y una pausa para hidratarse, es lo único que hace Natalia después de cumplir su andamiaje, mientras espera que el resto de deportistas lo hagan para poder ir, respirar profundo y caminar en búsqueda de su felicidad y su mejor amigo: un diez como puntuación que la acerque a ser la mejor.

Después de varios años de Natalia estar flechada por el tiro con arco, son varios los entrenadores que han pasado y que algo le han aportado a su carrera deportiva, pero tres son especiales para ella: su papá, Eduardo Sánchez; el cubano, Ernesto Lino Loaiza, con quien logró ganar su primera medalla internacional en una competencia de un nivel importante, los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1998 que le generaron confianza y entendió que sí era capaz de obtener logros importantes.

Pero fue en el año 2006, cuando del otro lado del mundo, de un país donde el tiro con arco es el deporte nacional que llegó un coreano que la marcaría, Parck, el tercer entrenador más importante para ésta antioqueña, la persona que le ayudó a lograr más victorias y alegrías no sólo a ella, ni a la Liga de Tiro con Arco de Antioquia, sino a Colombia entera.

Al hablar de Parck, la expresión de seriedad en el rostro de Natalia cambia por una sonrisa que deja ver todos sus dientes. Sus ojos se vuelven tan radiantes como el sol de aquella mañana. Es un cambio total, como si hubiera pasado de obtener un uno en la diana a lograr un diez.

“Antes me sentía bloqueada entrenando. Con Parck creía que tenía las alas amarradas y fue él quien las soltó. Su confianza, apoyo y empatía lograron abrir mis alas y comencé a volar. Fue un antes y un después, todo cambió con su llegada. Comenzaron los buenos resultados, el reconocimiento y un proceso que ahora llevo con Choi que me permiten estar donde estoy”.

Como dice Stuart Mill, “al estudiante que nunca se le pide lo que no puede, nunca hace lo que puede”. Así lo entiende y aplica Natalia, quien se define como una mujer muy perfeccionista, que acompañada de la confianza, la disciplina, la constancia, el respeto, la responsabilidad y otros valores que sólo se ganan en el deporte.

Esta deportista rompe con las dificultades así como las flechas rompen el viento. Pone el nombre de Colombia y de Antioquia en el ámbito mundial del tiro con arco, inspira respeto en sus rivales, quienes ahora ven a la colombiana como una “amenaza” para sus pretensiones en las competencias. “El tiro con arco es una oportunidad de mostrarle al mundo que Colombia es bueno en algo”.



Luego del paso por los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde por primera vez Colombia tenía representación en el tiro con arco, llegaría la revancha.

El momento histórico, el que ella define como el más importante en su carrera deportiva, fue el 8 de septiembre de 2009 cuando logró colgarse la medalla de bronce en el Mundial de Tiro con Arco, realizado en Ulsan (Corea), seguida por las coreanas, Joo Hyon-Jung y Kwak Ye-Ji, en la modalidad de recurvo individual femenino.
Pero sólo Natalia y su entrenador saben lo difícil que fue y todo lo que pasó antes, durante y después de la competencia. Sufrimiento, dolor e impotencia fueron las sensaciones que debió vivir o mejor, padecer, esta arquera colombiana antes de ganar la presea. Gracias a su fuerza mental logró salir adelante y convertir esas amenazas y debilidades en fortalezas y oportunidades.

Natalia Sánchez Echeverri no sólo tenía que enfrentarse y “pelear” con sus rivales y nervios, como si fuera poco tenía una tendinitis en la muñeca izquierda, con la que se sujeta y direcciona el arco anaranjado, que pesa unas seis libras, amenazaba sus esperanzas.

Pese a esto logró derrotar a su rival más difícil: el dolor, y ganó un lugar en el pódium. Todo gracias a su perfeccionamiento, responsabilidad consigo misma y un país que de lejos seguía atento cada una de las flechas que ella lanzaba; su fuerza mental ganada con los años de práctica y trabajo como psicóloga; pero en especial, su pasión y deseo insaseable por ser la mejor.

“Me puse un vendaje para calmar un poco el dolor, pero nunca paré de disparar. Me dolía la mano, pero en el momento de disparar se me olvida el dolor por completo, simplemente pensaba en disfrutar cada una de las flechas que lanzaba y la oportunidad de estar ahí. Cuando terminaba la jornada de cada día, sentía que la mano no me daba más, a veces ni era capaz de partir la carne porque me dolía la muñeca, situación que no pasaba en competencia donde la concentración era tanta que lo demás, de malas”.

Ese día Natalia lloró, no del dolor sino de la alegría por aquella medalla histórica para ella, el deporte y el país, aunque nadie se dio cuenta, pues sus gafas lo impidieron. “Reía, lloraba, no sabía qué hacer, era una emoción tan grande que no sabía cómo expresarla”.

Así es Natalia, seria, respetuosa, amable y responsable. Desde ya tiene la mira bien puesta en su próximo reto, los Juegos Olímpicos de Londres 2012, a los que le toca clasificarse en el Mundial del 2011. Mientras tanto ella sigue trabajando y entrenando para seguir siendo su propio referente. “Soy yo conmigo para mí y no más. Si pienso en lo que hacen los demás estoy perdiendo tiempo para pensar en todo lo que puedo hacer por mí”.

Manuel Alejandro Gallego Arango